lunes, 9 de septiembre de 2019

Consejos para Principiantes

Consejos para iniciarse en el ciclismo de montaña



Muchos nos sentimos atraídos por el ciclismo de montaña, pero aunque no hace falta ser un profesional para montar en este tipo de bicicletas, no debemos olvidar que tampoco se puede saltar encima de la bici y comenzar a pedalear sin más. Este deporte requiere una combinación de fuerza, resistencia y destreza, y para llegar a ello necesitas un mínimo entrenamiento que depende de cómo de en serio te tomes este deporte. Los riders de fin de semana que quieren llegar a ser profesionales necesitarán meses, o incluso años, para poder perfeccionar la técnica.

Prepárate, gana resistencia y practica el ciclismo de montaña con seguridad.

1. Escoge la bicicleta adecuada
Si vas a iniciarte en este deporte necesitas comprar una bicicleta. El precio de las MTB oscila entre los 100 $ y los 3.000 $, así que necesitarás tener un presupuesto en mente. Las bicicletas más caras están diseñadas para redes más expertos, ya que están fabricadas con materiales de alta calidad, como aluminio, y se les puede añadir gran cantidad de accesorios.

Existen muchos tipos de estilos de bicicletas de montaña, dependiendo de dónde planees circular:

Cross-country bikes (también llamadas XC bikes):  son ligeras y eficientes. Son excelentes para senderos blandos con colinas, pero no para terrenos muy duros. Las bicicletas de montaña Trail, por otra parte, son como las Cross-country pero con una suspensión más blanda para superar obstáculos más grandes.
All-mountain bikes Enduro : están construidas para soportar terreno irregular. Son más pesadas que las anteriores y suben colinas con facilidad.
Downhill bikes: están pensadas para coger velocidad. Están dotadas de más suspensión que cualquier bicicleta de montaña y pueden resistir irregularidades del terreno, pero no son las mejores para ir cuesta arriba.
Dirt jump bikes. Tienden a ser más pequeñas y están diseñadas para soportar grandes saltos.
Freeride bikes: Son más fáciles de montar que las Downhill. Sus estrechas ruedas y su suspensión de largo recorrido las hacen perfectas para saltar y hacer trucos.
Las bicicletas de montaña vienen con dos tipos de suspensión, que protegen la bicicleta y al ciclista de un terreno demasiado abrupto. Por un lado, las bicicletas de suspensión completa tienen suspensión tanto en la parte delantera como en la parte trasera. Son más pesadas pero más cómodas y fáciles de controlar que las de suspensión frontal.  Por otro lado, las MTB rígidas tienen suspensión delantera pero no trasera. Son más ligeras y se pedalea de una forma más eficiente.

2. Equípate y protégete con un seguro deportivo
Una vez que tienes en tu poder una bicicleta, necesitas prepararte para protegerte y mantenerte seguro en el camino.

En cuanto a la indumentaria, los pantalones cortos acolchados te permitirán estar cómodo durante los viajes largos. También debes tener en cuenta los cambios climáticos, por lo que una chaqueta impermeable es imprescindible. Además, por si anochece, deberás añadir a tu atuendo una camiseta reflectante. Las rodilleras y coderas te ayudarán a protegerte contra arañazos y caídas, y los guantes te servirán para mantener las manos calientes y evitar ampollas por el agarre del manillar.

Elige un casco homologado que se ajuste bien y no se mueva cuando inclines la cabeza. Si va dotado de rejillas de ventilación aumentará la circulación de aire en la cabeza y te mantendrá más fresco. Si tienes pedales automáticos, necesitarás zapatos que se ajusten perfectamente a ellos. Deben ser cómodos y tener una suela dura que te ayude a pedalear eficientemente. También es importante llevar calcetines de ciclista para evitar ampollas. Las gafas de sol te protegerán de los rayos ultravioleta, además de ser una barrera contra la suciedad, el viento y los insectos.

El agua es obligatoria para no deshidratarnos. Comprueba que bebes cada 20 minutos más o menos, incluso si no tienes sed.  Si no quieres estar constantemente cogiendo la botella mientras pedaleas, hazte con una mochila especial para el agua. Además, lleva contigo algún snack, como una barrita energética o pieza de fruta, que te dará la energía necesaria para continuar.


3. Conoce las reglas
Como cualquier otro deporte, el ciclismo de montaña tiene sus propias reglas, muchas de ellas creadas por la Asociación Internacional de Ciclismo de Montaña (International Mountain Biking Association). Aquí te dejamos algunas que hay que recordar:

Monta solamente en senderos abiertos. Siempre sigue las señales y las balizas de ruta, conociendo siempre por donde vas.
Mantén el control. Ten cuidado con la velocidad, frena ante las curvas cerradas y no trates de hacer algún truco más allá de tu nivel de habilidad.
Cede el paso. Al aproximarte a otra persona, ve más despacio. Haz saber que te estás acercando y señala que deseas pasar.
Ve preparado. Lleva contigo un kit de reparación y suministros adicionales para evitar quedarte tirado por el camino.
Sé limpio.  No tires ningún tipo de basura que lleves.
4. Ponte en forma
El ciclismo de montaña requiere fuerza, resistencia y habilidad. No puedes circular durante 100 kilómetros a través de terreno irregular en tu primer día. Gana resistencia e incrementa tu capacidad aeróbica para poder soportar largos recorridos y coger practica poco a poco. Aquí te dejamos algunas técnicas de entrenamiento:

Recorre colinas de arriba a abajo alternando intervalos de velocidad en los tramos rectos del camino. Tu objetivo es llegar a tener un ritmo cardíaco de un 50% a un 80%. Practica el manejo de la bicicleta en distintos terrenos, desde zonas boscosas a colinas. Trata de hacer frente a las rocas, hierba y curvas cerradas hasta que sientas que lo tienes bajo control.

Cada vez que vayas a montar en la bicicleta, tomate al menos 20 minutos para calentar. Esto aumentará el flujo sanguíneo a los músculos y habrá menos riesgo de lesión. Comienza con un pedaleo ligero y después aumenta la resistencia. Luego, baja y estira los músculos, especialmente los cuádriceps, isquiones, pantorrillas, espalda baja, cuello y hombros. Por último, monta de nuevo durante 10 a 20 minutos para aumentar tu ritmo cardíaco.

Hacer este tipo de ejercicios regularmente, conocidos como cross-training, puede ayudarte a coger firmeza en los músculos y a conseguir la resistencia que necesitarás para largos recorridos.

Nada, camina y trabaja con peso para mantener la forma.


5. Elige un camino
Los caminos pueden ir desde blando y fácil hasta duro y rocoso. Al escoger un camino, elige sabiamente según tu nivel y la distancia del recorrido.

Los principiantes deben comenzar en terrenos fáciles: senderos planos con pocas curvas bruscas y sin descensos empinados. Estos senderos deben ser muy similares a las carreteras. Los ciclistas avanzados pueden probar con senderos más técnicos o con distancias más largas. Los profesionales que busquen un reto pueden optar por caminos llenos de rocas, subidas, caídas y giros cerrados.